No, no, no, no quiero hacerlo… me da pereza… no duran nada…nunca quedan bien.
Todos estos pretextos, son los que ponemos cuando nos tocan limpiar las ventanas de nuestro hogar, y sí, tenéis razón, es un trabajo muy pero que muy tedioso a la vez que necesario.
La parte interior de nuestras ventanas, se pueden ensuciar menos si tenemos cuidado de no plantar las manitas en ellas, pero la parte exterior ya es otra cosa, la polución, la lluvia y el estar constantemente en la calle hacen que se ensucien más.
En el mercado podemos encontrar un sinfín de productos para esta tarea, pero nosotros hoy aquí vamos a fabricar nuestro propio limpiacristales.
Vamos a necesitar:
- Una botella en spray, vacía y limpia.
- Vinagre blanco.
- Agua caliente.
- Limón.
- Periódicos viejos (eso sí, solo las páginas en blanco y negro, la tinta de colores contiene grasa que no ayudara).
- Una mopa.
Fabricación del limpiacristales:
En la botella de spray añadiremos por cada cucharada de vinagre blanco, tres de agua caliente (esta es la proporción hasta rellenar la botella).
Después añadiremos unas gotitas de zumo de limón (para neutralizar el olor de vinagre).
Agitaremos bien y estará listo.
Limpieza interior de las ventanas:
Aplica el limpiacristales sobre la ventana y extiéndelo con el papel de periódico que previamente habremos arrugado. Limpiaremos siempre de arriba hacía abajo, así no goteará el producto.
Limpieza exterior de las ventanas:
Aquí tenemos que tener en cuenta que necesitamos limpiar lo primero de todo, las persianas ya que acumulan mucho polvo y echaran a perder el esplendor de nuestras ventanas una vez limpias.
La forma más fácil de limpiar las ventanas exteriores, si no tenemos la posibilidad de acceder bien a ellas, es utilizar una mopa. Impregnaremos la mopa con nuestro limpiacristales y frotaremos para arrastrar la suciedad. Si por el contrario podemos acceder a ellas, las limpiaremos igual que las interiores.
Importante.
Evitaremos limpiar las ventanas cuando el sol de directamente en ellas, ya que el producto se secará antes de poder limpiarlas correctamente.
Los mejores días para realizar esta tarea son los días nublados.
Y esto es todo, pasos sencillos, pero a los que hay que poner ganas y decir adiós a la pereza.
¿Fácil verdad?
En sección Manitas - Hogar por Revistamujer.es