Parálisis del sueño
¿Qué es, a que es debido, pasa muy habitualmente?
Si nos ceñimos a la definición de los especialistas es; una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar durante el periodo de transición entre el estado de sueño y el de vigilia. Puede suceder nada más conciliar el sueño o momentos antes de despertarnos. Por lo general su duración es corta y la persona se suele despertar bruscamente tenido plena consciencia de sus pensamientos, pero sin poder moverse.
La sensación es de pánico total, ya que la persona puede abrir los ojos, pero es incapaz de poder mover ni un músculo de su cuerpo y no puede emitir sonido alguno. Todo esto a su vez le puede producir alucinaciones auditivas y visuales.
Por muy raro que parezca, la parálisis del sueño se considera que ocurre por lo menos una vez en la vida a un porcentaje muy alto de la población; entre el 50% y 60%.
¿Qué causas lo provocan?
Se cree que ocurre en las personas sometidas a estrés o mucha presión. En el momento del sueño algunos circuitos neuronales están sobreexcitados y producen algunas pesadillas que la persona siente que son reales, en ese momento se despierta para defenderse, pero su cuerpo no responde ya que su organismo está en momento de profunda relajación.
La mayor parte de las personas afectadas presentan únicamente episodios aislados a lo largo de su vida, sin embargo, el trastorno puede tener lugar de forma repetida y asociarse a otros síntomas como la cataplexia y a la enfermedad denominada narcolepsia.
Se reconocen tres tipos:
Formas aisladas: aparecen aisladamente en individuos sanos que sufren niveles altos de estrés y ansiedad, o a un sueño fragmentado con horarios de descanso irregulares. Suelen ocurrir más frecuentemente al levantarse.
Forma familiar: es poco frecuente, se produce cuando uno o más miembros de la familia lo sufren.
Forma asociada a otra patología: principalmente a la narcolepsia. Entre el 40 y el 50% de las personas que sufren narcolepsia presentan parálisis del sueño.
Los relatos de los afectados por parálisis del sueño, suelen decir:
• Sensación de ser tocado en alguna parte de su cuerpo, con frecuencia en el pecho, con dificultad para respirar, dolor y pensamiento de muerte inminente. Es una impresión de temor. En algunos momentos sienten que la presencia se mueve, entra en la habitación, se acerca a la cama e incluso siente la presión en el colchón. Se sienten observados y no saben dónde localizar al intruso.
• Sensación de una presencia lo que conlleva sensación de temor, acompañado de alucinaciones visuales, auditivas y táctiles. Se sienten amenazados por fuerzas sobrenaturales y demoniacas que buscan robar el alma o poseer el cuerpo del durmiente.
• Sensación de movimiento como caer, volar, flotar y experiencia extracorpórea.
• Se tiene la convención de que escuchan sonidos reales. Las voces humanas son el sonido más frecuente en un 37 por ciento de los casos, en forma de griterío o leves susurros, sin mensaje identificable ni claro.
• Dificultades respiratorias, sensaciones de presión en el pecho, dificultad para respirar, estrechez alrededor del cuello como si fuera estrangulado, y sensaciones de sofocación y asfixia. El estado de sofocación produce gran angustia, pánico y temor de morir asfixiado.
Tratamiento:
Para que la persona se pueda mover se recomienda relajarse y no perder la calma, ya que en ningún caso corremos peligro.
Puede ser de utilidad, intentar mover zonas del cuerpo lentamente, como las piernas, manos o brazos. Tras vencer el episodio de parálisis, es conveniente levantarse de la cama y procurar estar despierto unos minutos antes de volver a acostarse para evitar que aparezca de nuevo otro episodio.
En algunos casos el médico puede recomendar la utilización de antidepresivos tricíclicos, por su acción inhibidora de la fase de sueño REM.
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